domingo, 10 de febrero de 2013

La SVT mete la tijera al festival de Eurovisión



"La lista de países que no pueden hacer frente a la organización de un festival crece y crece. No podemos seguir en esa dirección. Si no rompemos esa tendencia, el festival no sobrevivirá", dicen los productores suecos de Eurovisión 2013.


La SVT, la televisión sueca encargada de la organización del próximo Festival de Eurovisión de 2013, tiene claro que el futuro del certamen europeo pasa por frenar el constante incremento de su presupuesto, y ello viene a explicar de alguna forma la elección de Malmö, una ciudad pequeña, la tercera en Suecia, como sede; que haya un único presentador, en este caso, Petra Mede; y que la cantidad destinada para la organización del certamen este año sea de 14,5 millones de euros, muy lejos de los 100 que costó la producción azerí en 2012.

En una entrevista con Svenska Dagbladet, Martin Österdahl, productor Ejecutivo del Festival de Eurovisión de 2013, insiste en su creencia de que el festival debe abondonar la carrera por la tecnología, que encarece los costes, y volver a su esencia, donde los cantantes predominan sobre el envoltorio tecnológico.

En los inicios de Eurovisión, uno de los propósitos fundamentales era salvar las diferencias entre países y crear una sensación de comunidad. "Esa idea es justo la que queremos recuperar, más ahora con los problemas económicos que atraviesa Europa", dice Österdahl.

El incremento presupuestario en la organización de los últimos festivales —en 2007 en Helsinki costó 17,5 millones, mientras que en Moscú en 2009 se alcanzaron los 33 millones, y en Bakú en 2012 la cifra se situó en torno a los 100 millones— pone en peligro la viabilidad futura del certamen y disuade a los países de ganar por los altos costes que supone esa labor organizadora.

"La lista de países que no pueden hacer frente a la organización de un festival crece y crece. Es simple, no podemos seguir en esta dirección. Si nosotros no rompemos la tendencia, el Festival de Eurovión no podrá sobrevivir a medio y largo plazo", ha señalado Österdahl.

Christer Björkman, otro de los responsables de la organización del festival sueco, en una entrevista en TV4, refrenda esta idea. "Estamos abandonando la carrera por la tecnología. Queremos centrarnos en los artistas, hacer un espectáculo genuino, donde el telespectador se interese por los cantantes y vote por ellos. Nuestro presupuesto es de 14,5 millones de euros, más bajo que en años anteriores".

MALMÖ, UN NEGOCIO REDONDO

Björkman también ha defendido la elección de Malmö, una ciudad pequeña, multicultural donde conviven 166 nacionalidades con 100 idiomas diferentes. Las autoridades de la ciudad ya trabajan para que en mayo "se respire" Eurovisión. Además, consideran que organizar el festival cambiará la imagen nacional e internacional que se tiene de la ciudad, marcada por la prensa local como la ciudad de la violencia. Además, se prevé una inversión de tres millones de euros, y a cambio se espera que los beneficios para la ciudad oscilen entre los 80 y 120 millones de euros., en otras palabras, un negocio redondo.

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