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viernes, 28 de junio de 2019

Eurovisión: el festival que lucha por visibilizar la libertad e igualdad desde los años 60


El Festival de Eurovisión es por derecho el mayor evento musical a nivel mundial por excelencia, con más de 100 millones de espectadores alrededor de todo el mundo, también es conocido como un evento LGBTIQ+.

Aunque el festival nació como un programa de entretenimiento para toda la familia, el mensaje de libertad, de amor y de tolerancia en las canciones participantes hicieron que el certamen tuviera especial seguimiento en las personas homosexuales.

La lucha LGBTIQ+ en Eurovisión comenzó en los 60 

El primer festival tuvo lugar el 24 de mayo de 1956, sin embargo no fue hasta 1961 cuando una canción que hablaba de la homosexualidad apareció y gano el festival gracias al representante de Luxemburgo Jean-Claude Pascal con el tema "Nous Les Amoureux" (Nosotros los enamorados), una balada donde según confirmó el propio intérprete hablaba de la homosexualidad, de la represión al amor entre personas del mismo sexo, y prediciendo un futuro cambio de vista hacia el asunto.

El propio Pascal reconoció más tarde que homosexual, pero era algo que solo se conocía en los círculos artísticos cuando participo en el festival de Eurovisión, porque no podía revelar públicamente su orientación en una sociedad donde la homofobia era la regla. Este precedente fue seguido por otros ganadores, los cuales salieron del armario años después de su victoria.

Con el paso de los años con el aumento del público LGBTIQ+ en el festival provoco que Eurovisión se abriese a todo tipo de cantantes como por ejemplo en 1986 cuando Noruega subió al escenario a una drag queen vestida de época para escenificar la canción Romeo de Ketil Stokkan.

Ya en la época de los 90 el festival abrió las puerta al colectivo, cuando en 1997 el representante islandés Paul Oscar se convirtió en el primer concursante abiertamente gay del Festival de Eurovisión, sin embargo la victoria fue para el grupo britanico Katrina and the Waves, y cuya cantante Katrina Leskanich reconoció años después que era lesbiana.

Un año después, en 1998, el Festival de Eurovisión da un paso más a la integración con la represente israelí Dana International con el tema "Diva" logrando ganar el festival y siendo en ser la primera persona transexual en tener dicho orgullo para ello.

Una vez pasado los 2000 el Festival de Eurovisión y el colectivo LGBTIQ+ normalizaban las relaciones, prueba de ello son los numerosos ejemplos que tenemos de cantantes abiertamente homosexuales o no normativos, como las azafatas travestis de Eslovenia en 2002, la drag ucraniana Verka Serduchka de 2007, o los cantantes homosexuales de Serbia Marija Serifovic (ganadora de Eurovisión 2007), Irlanda, Ryan Dolan (Eurovisión 2013), o Montenegro, Slavko Kalezić (Eurovisión 2017).

El último gran icono LGBTIQ+ en Eurovisión

Actualmente el movimiento LGBTIQ+ es reflejado en el Festival de Eurovisión por Conchita Wurstm representante de Austria y ganadora del Festival de Eurovisión en 2016, consiguiendo además hacer historia en el festival.

Tras ganar Eurovisión 2016 Thomas Neuwirth (el verdadero nombre de Conchita Wurstm) declaro en el discurso de victoria:

“Esta noche está dedicada a todos aquellos que creen en un futuro de paz y libertad. Tú sabes quien eres. Estamos unidos y somos imparables".

En los últimos años el Festival de Eurovisión esta siendo el escaparate de las luchas por los derechos humanos, centrándose en la igualdad y diversidad, prueba de ello son también los presentadores de este certamen. En Portugal (Eurovisión 2018) por ejemplo fueron 4 mujeres las presentadoras del certamen, mientras que en Israel (Eurovisión 2019) uno de los presentadores se había declarado abiertamente homosexual.

Lo que queda..

También hubo países que jugaron con la homosexualidad o que no la han aceptado, como son Rusia o Turquía.

En el primer caso, Rusia envió al grupo T.a.T.u. al Festival de Eurovisión en el certamen de 2003, el dueto formado por dos chicas se hicieron pasar por lesbianas siendo todo una campaña de marketing, sin embargo años después se descubrió que todo era una farsa y una de ellas se declaró homófoba.

En el caso de Turquía el director general de la radiotelevisión pública turca TRT, Ibrahim Eren, declaro en 2018 que Turquía no tiene intención de volver a concursar por razones principalmente homófobas.

El señor Eren dijo:

“Siendo una emisora pública, yo no puedo difundir en directo a las nueve de la noche, en horario infantil, a un austríaco con barba y falda, que no acepta su sexo, que no admite pertenecer a ningún sexo y asegura ser a la vez hombre y mujer”.

Los artistas que participan en el Festival de Eurovisión saben que millones de personas siguen su actuación en directo y son conscientes de las normas que la UER aplica al festival, sin embargo a veces algunos artistas han desafiado la prohibición por visibilizar una causa justa, como fue el caso de la cantante finlandesa Krista Siegfrids, (Eurovisión 2013) quien completó su interpretación de la canción "Marry Me" al besar una de sus coristas, con la que realmente se quería casar en la historia de la canción.

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